
"¿Encima que me pegaron suspendieron el recital?", dijo contrariado el músico, al enterarse de la decisión de la empresa por boca de periodistas, ante el local cerrado.
La frase y la mejilla izquierda hinchada del artista, cubierta irregularmente con pintura azul, blanca y roja, aludían a un golpe que recibió la noche anterior durante un tumulto que se registró en el interior del local.
"Me pegan a mí porque tengo talento y ustedes son una manga de burros", dijo el compositor mientras volvía a su limusina después de dar una patada a la cortina metálica baja del local del barrio de Monserrat.
El artista mostró su enojo con el pub. "A este lugar, loco, lo tienen que demoler. ¡La Trastienda, un sucucho!", comentó, y aclaró que no pensaba denunciar la presunta agresión.
"Yo no hago denuncia, no soy un botón, pero mi ejército…¡Rompan todo!", dijo García dirigiéndose al parecer a un grupo de incondicionales que, apostados en el lugar, lo aplaudían y le dedicaban frases de apoyo y afecto.
Los propietarios cancelaron este último show "debido a sucesos acontecidos en el del lunes, donde García se presentó cuatro horas más tarde de lo anunciado", según informó la oficina de prensa del pub.