
La historia transcurre en una escuela religiosa donde una de las novicias tiene un cariño especial por la pequeña y por su papá que es viudo, lo que pone en riego su vocación. Tanto ella como la hermana Fortunata son las cómplices principales de las ocurrencias de Dulce María, quien es retirada todos los fines de semana por su tía que vive en un amplio departamento junto a su papá, su perra y el mayordomo. La niña ve a su mamá fallecida y conversa con ella, escuchando sugerencias y consejos que lleva adelante para el asombro de todos. No se lleva bien con la actual novia de su papito, como suele llamarlo, y hará lo imposible para que la deje y se case con su actual maestra y compinche, la hermana Cecilia.