Qué es la diabetes?
Es un trastorno de la forma en que el organismo transforma el alimento en energía. El problema se centra en una sustancia llamada insulina que es la que ayuda a transformar en energía el alimento que comemos.
Veamos el proceso completo: La comida digerida entra al torrente sanguíneo en forme de azúcares. Una de las fuentes de azúcar más obvia es el azúcar de mesa. Los alimentos como el pan o la pasta también contienen almidón que se convierte en azúcares en el organismo. Incluso la carne y la margarina contribuyen a la producción del azúcar sanguíneo. Sin embargo, si el azúcar sólo circula por el torrente sanguíneo, no le sirve a las células del organismo. Algo hace falta para que éstas reciban el mensaje y asimilen el azúcar.
La insulina es la llave que abre la cerradura de las células ya que las mismas la aprovechan para obtener la energía necesaria para un funcionamiento normal.
¿Qué pasa si falta insulina o si ésta no trabaja eficazmente?
Las células no pueden aprovechar el azúcar en forma normal y, por lo tanto, no obtienen suficiente energía. El azúcar ingresa a la sangre; el nivel de azúcar se eleva demasiado y permanece alto casi todo el tiempo. Esta condición se conoce como diabetes, que podrá ser insulinodependiente o diabetes juvenil cuando se produce muy poca insulina o no se produce y el organismo depende de inyecciones diarias de insulina para vivir o el segundo tipo conocida como diabetes no insulinodependiente cuando se produce algo de insulina.
Es un trastorno de la forma en que el organismo transforma el alimento en energía. El problema se centra en una sustancia llamada insulina que es la que ayuda a transformar en energía el alimento que comemos.
Veamos el proceso completo: La comida digerida entra al torrente sanguíneo en forme de azúcares. Una de las fuentes de azúcar más obvia es el azúcar de mesa. Los alimentos como el pan o la pasta también contienen almidón que se convierte en azúcares en el organismo. Incluso la carne y la margarina contribuyen a la producción del azúcar sanguíneo. Sin embargo, si el azúcar sólo circula por el torrente sanguíneo, no le sirve a las células del organismo. Algo hace falta para que éstas reciban el mensaje y asimilen el azúcar.
La insulina es la llave que abre la cerradura de las células ya que las mismas la aprovechan para obtener la energía necesaria para un funcionamiento normal.
¿Qué pasa si falta insulina o si ésta no trabaja eficazmente?
Las células no pueden aprovechar el azúcar en forma normal y, por lo tanto, no obtienen suficiente energía. El azúcar ingresa a la sangre; el nivel de azúcar se eleva demasiado y permanece alto casi todo el tiempo. Esta condición se conoce como diabetes, que podrá ser insulinodependiente o diabetes juvenil cuando se produce muy poca insulina o no se produce y el organismo depende de inyecciones diarias de insulina para vivir o el segundo tipo conocida como diabetes no insulinodependiente cuando se produce algo de insulina.