'Mientras ella viaja como una reina y se hospeda en castillos, nosotros parecemos ganado'. La frase pertenece a uno de los miembros del equipo de 250 personas que acompañan a Madonna en su recientemente inaugurada gira mundial.Según informa el diario británico Daily Mirror, los porblemas comenzaron luego del traslado a Niza. Mientras que todo el equipo viajó en un vuelo de una aerolínea de bajo costo, la cantante y su familia lo hicieron en un jet privado.Pero no fue sólo eso lo que enardeció a bailarines, músicos y técnicos: las diferencias se hicieron más evidentes cuando vieron que mientras ellos eran alojados en el austero hotel del aeropuerto, la familia Ritchie-Ciccone gozaba de las instalaciones del lujoso Chateau Saint Jeannet, un castillo del siglo XI.
Por todo esto, lo barato podría salirle caro a la diva. 'Todos están muy enfadados y algunos incluso quieren renunciar a la gira. Se sienten tratados como personas de segunda clase, a pesar del duro trabajo que hicieron en los últimos meses', señaló una fuente cercana a la cantante.