Vive modestamente. ¿Hay motivos para complicar las cosas?
Terminarás violentando tu vida, porque las complicaciones nos impiden caminar.
Sé sencillo y eficaz. La sencillez mira la naturaleza sin necesidad de anteojos.
Cuando puedas resolver las cosas sin complicarlas, hazlo porque te reportará bienestar.
Busca en la sencillez la solución a todos tus problemas.
Mantén el equilibrio. El equilibrio depende de la serenidad de la mente.
Jamás te aburras ni te exaltes.
No le des tanta importancia a las cosas pasajeras que te vienen de fuera.
No te impresiones por lo que dicen los demás, pero siempre escúchalos. Muchas veces te harán ver cosas, que solo, no te das cuenta.
De todos modos, sigue la orientación que te marca la conciencia, sin perder el equilibrio.
Camina hacia adelante, alegre y seguro de que vas a triunfar, por grandes que sean las dificultades del camino.