
La avenida que nunca duerme, reunió a más de diez mil personas que palpitaron el carnaval y que..
vibraron al ritmo de los comparseros que desplegaron su alegría, color y brillo. Y que estaban muy felices y agradecidos de haber cumplido uno de sus grandes sueños: dar a conocer al público porteño su arte y traer al millón de correntinos que viven en la ciudad de Buenos Aires, el aire fresco de su ciudad natal y una de las piedras fundamentales de su cultura.
Buenos Aires, celebró a Corrientes: bellísimas correntinas, con sus trajes suntuosos y despampanantes, con plumas, strass y lentejuelas de primer nivel, hombres en trajes brillantes y costosísimos, cargados de colores fuertes e imponentes. Desfilaron también Miss y Mr Pacific, María Beatriz Vallejos Schulze y Mauro Alberto Barrios, oriundos de la ciudad litoraleña y hasta una mujer de casi sesenta años, enfundada en un traje de Brasil, que incansable, desplegaba su alegría. Es que el carnaval no tiene límites de edad, tampoco diferencias de clase o de género. Porque Corrientes, todo, es carnaval.
Una Corrientes multicolor con naranjas, amarillos, rojos y verdes que iluminaron la noche y se confundieron con las luces de la gran ciudad del país. Que también sumo el encanto de algunas de sus modelos, entre las que se vieron a Andrea Estévez, Cinthia Fernández y Mariana Diarco, que se contagiaron del ritmo de samba y exhibieron toda su belleza.
Nito Artaza, estaba tan contento que no pudo resistirte de bailar un chamamé en el escenario montado en la puerta del teatro Broadway, donde además tocaron los grupos invitados.
