
"Los nuevos descubrimientos muestran que la Luna es un destino mucho más interesante desde el punto de vista científico, de exploración y como...
destino operativo de lo que se había creído hasta ahora", dijo.
Durante todo el año pasado, el Mini-SAR realizó mapas detallados de los cráteres polares de la Luna, permanentemente en sombra e invisibles desde la superficie de la Tierra. Y el resultado fue la localización de grandes cantidades de hielo de agua en el interior de esos cráteres, según el diario español ABC.es.
Tras analizar los datos, los investigadores se encontraron con fuertes evidencias de la existencia de hielo de agua de por lo menos 600 millones de toneladas métricas, algo que podría constituir un nuevo aliciente para futuras misiones.