Para muchas personas en EE.UU es un sueño encontrar yacimientos de hidrocarburos en la costa atlántica, mientras que para muchos otros es una pesadilla.
De todos modos el desastre ambiental ha de producirse antes de empezar a explotarlos en las exploraciones que buscan yacimientos de petróleo y gas en ..la costa atlántica del país. El poder contaminante de las instalaciones petroleras no sólo es atribuible a los posibles derrames de crudo o debido a las nefastas emisiones de efecto invernadero que acaban suponiendo los combustibles fósiles
El gran problema es la polución acústica producida por las detonaciones sónicas que aprobaron en la zona de gobierno de los Estados Unidos.
Estos sonidos provocan un ruido ensordecedor tan intenso que pueden llegar a matar a más de 138.000 tortugas, delfines y ballenas, de las que se incluyen nueve especies de ballenas del Atlántico norte en peligro de extinción, de las que apenas quedan 500 ejemplares en todo el mundo, si bien los daños afectarán a la fauna marina en general.
“Se han hecho extensos, detallados y costosos estudios para reducir o eliminar el impacto en la vida marina”, asegura el director de la Oficina de Gestión Energética Oceánica (BOEM), Walter Cruickshan, como respuesta a esta problemática.
De todos modos el desastre ambiental ha de producirse antes de empezar a explotarlos en las exploraciones que buscan yacimientos de petróleo y gas en ..la costa atlántica del país. El poder contaminante de las instalaciones petroleras no sólo es atribuible a los posibles derrames de crudo o debido a las nefastas emisiones de efecto invernadero que acaban suponiendo los combustibles fósiles
El gran problema es la polución acústica producida por las detonaciones sónicas que aprobaron en la zona de gobierno de los Estados Unidos.
Estos sonidos provocan un ruido ensordecedor tan intenso que pueden llegar a matar a más de 138.000 tortugas, delfines y ballenas, de las que se incluyen nueve especies de ballenas del Atlántico norte en peligro de extinción, de las que apenas quedan 500 ejemplares en todo el mundo, si bien los daños afectarán a la fauna marina en general.
“Se han hecho extensos, detallados y costosos estudios para reducir o eliminar el impacto en la vida marina”, asegura el director de la Oficina de Gestión Energética Oceánica (BOEM), Walter Cruickshan, como respuesta a esta problemática.