El accidente cerebro vascular es provocado por el taponamiento o la rotura de una arteria del cerebro. Es una causa muy frecuente de muerte y la primer causa de invalidez en los adultos y adultos mayores. Generalmente viene acompañado de arterioesclerosis e hipertensión arterial.
Puede darse por dos causas:
Para prevenirlo es importante tener en cuenta:
Controlar adecuadamente la hipertensión arterial.
No fumar.
Tratar adecuadamente los trastornos del colesterol con dieta y medicamentos si fuera necesario.
Tratar la diabetes o el síndrome metabólico (resistencia a la insulina)
Desarrollar una actividad física regular y moderada.
Controlar el déficit de magnesio.
Tener un diagnóstico precoz de las obstrucciones arterioescleróticas de las arterias carótidas y su corrección (se realiza por medio de un examen médico y una ecografía de las arterias carótidas)
Prevenir con medicación las trombosis y embolias cerebrales.
Algunos síntomas para consultar con el médico son los siguientes:
Vértigos, dificultad para hablar, piernas o brazos entumecidos o adormecidos, entumecimiento o adormecimiento de la cara, dolor de cabeza intenso y no habitual, dificultad para caminar, pérdida súbita de la visión de un ojo, o visión borrosa o limitada, mareos, dificultad para manejar los brazos o coordinar los movimientos, confusión general.
Puede darse por dos causas:
* Ataque cerebrovascular isquémico: es la causa más frecuente y se produce cuando se tapa una arteria y no llega sangre a una parte del cerebro. Se conoce también como infarto cerebral.
* Ataque cerebrovascular hemorrágico: se produce al romperse una arteria dentro del cerebro provocando una hemorragia y dañando el sector donde ocurre.
* Ataque cerebrovascular hemorrágico: se produce al romperse una arteria dentro del cerebro provocando una hemorragia y dañando el sector donde ocurre.
Para prevenirlo es importante tener en cuenta:
Controlar adecuadamente la hipertensión arterial.
No fumar.
Tratar adecuadamente los trastornos del colesterol con dieta y medicamentos si fuera necesario.
Tratar la diabetes o el síndrome metabólico (resistencia a la insulina)
Desarrollar una actividad física regular y moderada.
Controlar el déficit de magnesio.
Tener un diagnóstico precoz de las obstrucciones arterioescleróticas de las arterias carótidas y su corrección (se realiza por medio de un examen médico y una ecografía de las arterias carótidas)
Prevenir con medicación las trombosis y embolias cerebrales.
Algunos síntomas para consultar con el médico son los siguientes:
Vértigos, dificultad para hablar, piernas o brazos entumecidos o adormecidos, entumecimiento o adormecimiento de la cara, dolor de cabeza intenso y no habitual, dificultad para caminar, pérdida súbita de la visión de un ojo, o visión borrosa o limitada, mareos, dificultad para manejar los brazos o coordinar los movimientos, confusión general.