Los coronavirus son una familia de virus descubierta en los años 60 pero de origen aún desconocido.
El coronavirus 2019-nCoV se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad centro-oriental china de Wuhan y ha provocado una crisis sanitaria sin precedentes en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha declarado como pandemia.
Los síntomas descritos del nuevo coronavirus son similares a los de la gripe común: fiebre y fatiga, acompañados de tos seca y, en muchos casos, de disnea (dificultad para respirar). También lo son la secreción y goteo nasal, dolor de garganta y de cabeza, escalofríos y malestar general, pero casi siempre con presencia de fiebre .
Los síntomas varían en cada individuo, es decir, que hay personas infectadas que apenas presentan síntomas. Como sucede con la gripe, los síntomas más graves se dan en personas mayores y en sujetos inmunodeprimidos y con enfermedades crónicas como la diabetes, algunos tipos de cáncer o afecciones pulmonares. También es este grupo el que presenta mayores tasas de mortalidad por coronavirus.
Los coronavirus son virus de transmisión aérea. Se transmiten de forma limitada entre humanos, en general por vía respiratoria a través de las gotas que producen los portadores cuando tosen, estornudan o hablan. Estas secreciones contienen partículas virales que pueden alcanzar a personas cercanas o depositarse en objetos y superficies próximas. Si alguien toca estas superficies y, luego, se lleva las manos a sus propios ojos, nariz o boca, el patógeno encuentra una vía para entrar en el organismo. Aunque también se puede transmitir por el contacto humano o por objetos o sustancias contaminadas.
El coronavirus 2019-nCoV se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad centro-oriental china de Wuhan y ha provocado una crisis sanitaria sin precedentes en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha declarado como pandemia.
Los síntomas descritos del nuevo coronavirus son similares a los de la gripe común: fiebre y fatiga, acompañados de tos seca y, en muchos casos, de disnea (dificultad para respirar). También lo son la secreción y goteo nasal, dolor de garganta y de cabeza, escalofríos y malestar general, pero casi siempre con presencia de fiebre .
Los síntomas varían en cada individuo, es decir, que hay personas infectadas que apenas presentan síntomas. Como sucede con la gripe, los síntomas más graves se dan en personas mayores y en sujetos inmunodeprimidos y con enfermedades crónicas como la diabetes, algunos tipos de cáncer o afecciones pulmonares. También es este grupo el que presenta mayores tasas de mortalidad por coronavirus.
Los coronavirus son virus de transmisión aérea. Se transmiten de forma limitada entre humanos, en general por vía respiratoria a través de las gotas que producen los portadores cuando tosen, estornudan o hablan. Estas secreciones contienen partículas virales que pueden alcanzar a personas cercanas o depositarse en objetos y superficies próximas. Si alguien toca estas superficies y, luego, se lleva las manos a sus propios ojos, nariz o boca, el patógeno encuentra una vía para entrar en el organismo. Aunque también se puede transmitir por el contacto humano o por objetos o sustancias contaminadas.